¡Aroma agradable, vestiduras de un cristiano! 🪔🌷
📖Ezequiel 20:41
“Como incienso agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos, y os haya congregado de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros a los ojos de las naciones”.
Los méritos de nuestro gran Redentor Jesucristo son “como incienso de aroma agradable” para el Altísimo. Ya sea que hablemos de la justicia activa o pasiva de Cristo, hay en ellas igual fragancia.
Hubo un aroma agradable en su vida activa, por la cual Él honró la ley de Dios, e hizo brillar todo precepto como preciosa joya en el puro engaste de Su propia persona. Tal fue su obediencia pasiva como incienso de aroma agradable, cuando soportó con callada sumisión, hambre y sed, frío y desnudez, y, al fin, cuando derramó sudor como grandes gotas de sangre en el Getsemaní.
También sus vestiduras, la palabra dice, “En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas”. Isaías 61:10.
Hay vestiduras con las que debemos caminar, así como el aroma que debemos destilar, y esas son: La fe, Hebreos 11:1-6.
La fe es una vestidura indispensable, la confianza en Jesús y la Paciencia, dice en Hebreos 10:38 “Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma”, y en Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.
Estas cosas son como incienso de aroma agradable delante del Altísimo; y en consideración de sus obras y de su muerte, de sus sufrimientos expiatorios y de su obediencia perfecta, el Señor nuestro Dios nos acepta.
¡Qué preciosidad debe existir en Él para superar nuestra falta de preciosidad! ¡Qué “incienso de aroma agradable” para quitar todo nuestro mal olor!
¡Qué poder purificador en su sangre para quitar pecados como los nuestros! ¡Y qué gloria en su justicia para hacer que criaturas tan inaceptables fuesen aceptas en el Señor!
Debemos observar, cuán segura e inmutable debe ser nuestra aceptación, ya que es en Él. Ten cuidado de que nunca dudes de tu aceptación en Jesús. No puedes ser aceptado sin Cristo, pero cuando has recibido sus méritos, no puedes ser rechazado.
A pesar de todas las dudas, temores y pecados, el ojo de gracia del Señor nunca te mira con ira; aunque Él ve pecado en ti, sin embargo, cuando te mira a través de Cristo, Él no ve pecado. Tú eres siempre acepto en Cristo, siempre bendito y amado por el corazón del Padre.
“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”. Apocalipsis 3:5.
✝️Declaración de fe
Elevo un cántico, adoro al Señor, y a medida que fluyo en tu presencia disfruto del perfume del Padre, declaro, ¡maravilloso Abba permíteme sentir tu perfume, coloca en mí esas vestiduras de confianza, de fe, amor y esperanza!
🛐Oración
Oh Señor Jesús te doy gracias, porque me has hablado en esta hora. Te pido que arropes a mi familia con tu amor y compasión, que tu aroma nos rodee y así podamos emitir un olor fragante ante tu presencia. Hoy te pedimos que nos vistas y revistas con tu luz, con la fe, con la confianza en ti y la paciencia, con la confesión de faltas y perdón mutuo, con mansedumbre y humildad, con la sobriedad y dignidad, con sabiduría y diligencia, con la perfección del carácter, con la alabanza y la acción de gracia, que estas vestiduras cubran siempre mi vida en el poderoso de nombre de Jesús. Amén y amén.
CCN
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